“PRÓ-BEM Tercera Edad” se basa en el supuesto de que el desarrollo de la persona, en las diferentes áreas que la componen, se prolonga hasta el final de sus días. En este sentido, se pretende dar respuesta a problemas como: la pérdida de autonomía de los mayores, el aislamiento social, la debilidad física, la falta de autoestima, la dificultad de gestionar las emociones (luto y la depresión) y las dificultades para acceder a los servicios de salud o de apoyo social.
Mayores que frecuentan centros de día, centros de tercera edad, residencia, universidades para mayores.
Técnicos y asistentes directamente involucrados con los mayores.
Familiares y personas cuidadoras que están presentes en el día a día de los mayores.
El Programa superó los impactos pretendidos en lo que se refiere a los técnicos, contribuyendo activamente para el conocimiento de los mismos sobre los temas abordados, pero sobre todo por la capacitación de nuevas metodologías para trabajar con los mayores.
En los mayores, como beneficiarios principales del programa, en lo que respecta a los aspectos relacionados con el envejecimiento activo, se verificó una mejora considerable en la involucración de los mayores en las actividades, en el cuidado de su salud, en la adquisición y refuerzo de hábitos de vida saludables, en el relacionamiento con los pares. El grado de dependencia de los mayores disminuyó, mejorando su calidad de vida
En relación a la involucración de las familias, los datos son menos favorables y más difíciles de medir. Sin embargo, lo propios técnicos, afirmaron que las familias observaron diferencias en los comportamientos y actitudes de los mayores en relación a su salud y se mostraron más cercanos a las instituciones queriendo saber más sobre sus entes queridos y su cotidiano.