Llamativas telas de colores, corazones hechos con cartulinas y una luz tenue delimitan un espacio muy especial en las aulas de los niños de tres a cinco años. Lo llaman el rincón del yo consigo y forma parte de un programa piloto que realizan en colegios canarios y de Oviedo desde 2013. El objetivo es que en ese reservado los pequeños se aíslen de sus problemas, piensen y consigan superar los obstáculos, explica Lorena Crusellas. Hace una década que esta socióloga de 43 años inició un novedoso método en Portugal que ahora pretende introducir en España. La intención es que la escuela, además de formar en lo cognitivo, incluya el aprendizaje de las emociones. Es la llamada inteligencia emocional.
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